jueves, 4 de julio de 2013

Un dolor indoloro.

Esa noche las estrellas no fueron capaces de brillar, ni la brisa fue capaz de refrescar...
El bochornoso dolor ahogaba cualquier esbozo de sonrisa que en aquella habitación se pudiese dar... era tal el dolor que casi insensibilizaba los más inocentes corazones.

Era un dolor indoloro...