viernes, 31 de agosto de 2012

Madrugadas...

Adoro las madrugadas con aroma de café y tierra mojada en las que la luna inunda con su luz los rincones del mundo y adorna el cielo con su magia.

Sin duda echaré en falta este aroma desde la isla olvidada, donde el aire sabe a sal y la bruma enfría el alma. Pero bien es conocido que no hay frío ni humedad que resista al calor de una mirada enamorada.

No hace falta que sea primavera para que abril riegue mi alma con el rocío de tus besos en cada madrugada.
Quizá no huela a café ni a tierra mojada, pero puedo oler tu pelo desde mi almohada.

Adoro las madrugadas en las que la luna inunda con su luz los rincones de mi alma mientras tus caricias se deslizan por mi cama y yaces a mi lado hermosa y enamorada...




1 comentario:

  1. Solo puedo decir que es la poesía más preciosa de todas las que hayas escrito, refleja aún más madurez, si cabe, que las anteriores, que ya es decir...
    Te amo con toda mi alma, creo que solo la poesía puede acercarse a describir lo que es el amor, y bueno, cuando miro a tus ojos también...

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